martes, 6 de enero de 2015

INEDITA




Suplemento humanitario.


  • Así definimos todo tipo de ayuda sistemática y regular en beneficio de una o varias personas con necesidades insatisfechas.
  • La ayuda puede ser en alimentos, ropa, calzados, visitas, adiestramientos bíblicos, oficios, dinero que vaya a ser usado correctamente.
  • Por ejemplo, si en su sector hay una viuda desvalida con un niño desnutrido, está en su posibilidad proveerle mensualmente de una cantidad x de leche, hará muy bien en hacerlo.
  • Otra ayuda puede ser servir de enlace entre un empleador y alguien que busca trabajo.
  • También puede ser servir de padre o madre emocionales de un niño o adolescente que injustamente hayan sido abandonados por sus padres.
  • Otro gesto de gran valor puede ser el que alguien pudiendo hacerlo, se disponga hasta donde la prudencia lo permita, a facilitar que alguien endeudado salga de sus compromisos.
  • En cierta ocasión, mientras participaba en la iglesia de un culto a Dios, una señora salió de pronto con un niño en sus brazos, llorando en gran manera como resultado de una fuerte caída que experimento el bebé.
  • Dicho señor, poseedor de técnicas de primeros auxilios, al ver la triste escena, no lo pensó mucho y decidió acudir en su ayuda.
  • Por un lado lloraba el niño, pero también una amiga de la madre que andaba con el infante.
  • Ella tenía un gran sentimiento de culpa por lo que le pasaba al niño.
  • Tan pronto el señor que trató de ayudar le aclaró que ella no era culpable, cambió su llanto por un gesto de tranquilidad y paz.
  • Al parecer el niño no sufrió de ningún trauma peligroso, pero como medida se le recomendó un rompe golpe.
  • Observemos a nuestro alrededor, y con lo que podamos procuremos ser un suplemento humanitario en un mundo de tantas necesidades insatisfechas.
  • Dios nos los pagará.

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