Cuando no conviene reclamar nuestros derechos.
o Si al hacerlo se expone a
perder la amistad de un vecino.
o
Al ser afectado por una
simple infracción de transito.
o
Cuando podemos poner en
riesgo nuestra única fuente de ingresos.
o
Cuando viviendo en una casa
alquilada, correríamos el riesgo de que nos la pidan.
o
Cuando si lo exigimos podríamos
provocar una gran pérdida a un tercero.
o Cuando nuestra vida o la de
un ser querido podría tener peligro de muerte.
o
En cualquiera otra
circunstancia en la que se tendría más perdida que ganancia.
o
Somos de opinión que la
prudencia deberá ser siempre más tomada en cuenta, en lo que a decisión
respecta, que cualquier convención de derechos humanos.
JOSE LIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario