cocos
o Al observar en su faena al obrero del área verde de la
oficina, aprovechamos para pedirle que no tumbara dos cocos de una de las matas.
o El nos dijo que estaban nuevos. A lo que le replicamos
que si no los tumbábamos en ese momento, nos íbamos a quedar si cocos porque otros
pronto los tumbarían, tal como ha ocurrido varias veces.
o De repente dicho señor comenzó a alar una penca como
si con ella tratara de que la frutas cayeran al suelo, pero nada ocurría.
o Por lo que le dijo a uno de sus hijos que buscara una vara
garabato.
o El niño la trajo.
o Precisamente en esos instantes, el autor de esta
revista se concentró en la lectura de un periódico, y después de varios minutos
dejó de ver los cosos.
o El pensó: “bueno, los estará pelando”.
o Pero los minutos siguieron pasando y nada de venir los
cocos.
o Al cabo de cierto tiempo, él razonó: “por lo que veo,
este hombre se repartió los cocos con sus hijos, y a mí no me trajo nada.
o No obstante, no le diré nada”, aunque sentía que su
corazón ardía de disgusto.
o Lo que más le dolía era el creer que ese obrero
aprovecharía que no lo estuviera viendo en el preciso momento en que
supuestamente se tumbaban los cocos.
o El volvía a mirar la mata y notaba que los cocos que
pidió que le tumbaran brillaban por su ausencia.
o Y el tiempo seguía pasando, y su corazón continuaba
ardiendo de descontento.
o Hasta que se paró y caminó un poco hacia la izquierda.
o ¡Y qué sorpresa! Los cocos no habían sido tumbados.
o Siguieron pegados en la mata: una penca lo ocultaba,
por eso desde donde él estaba no los podía ver.
o Entonces reconoció su grave error; su gran pecado.
o Basado en la apariencia juzgó injustamente a su
compañero de trabajo, atribuyéndole una acción desconsiderada que ese señor no
había cometido.
o Entonces no le quedó otra alternativa que pedirle
perdón a nuestro Padre Celestial y así lograr liberarse de un terrible
sentimiento de culpa que repentinamente abrumó su alma.
o ¿Qué hubiera ocurrido si el autor de esta revista no
hubiera descubierto que era falsa la razón de disgustarse con dicho obrero?
o Sencillamente hubiera estado cargando con ese
pecaminoso juicio, quien sabe si hasta el último instante de su vida, corriendo
el riesgo de que su alma se perdiera eternamente.
o La lección esta clara: es peligroso llegar a
conclusiones sin antes haber tenido toda la información necesaria.
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