Eso es lo que en
esencia sugiere el Doctor Braulio Pérez Marcio en su importantísimo libro “La
Conquista del Éxito”.
Son muchos los
jóvenes que anhelan alcanzar elevadísimos sueños, pero concluyen que les es
imposible lograrlos, pues no son hijos de un don fulano, ni heredero de
fortunas, no disponen de un trabajo que les permita un ahorro significativo, no
tienen quien les preste. Ellos ven los frutos como muy altos y piensan que es
imposible alcanzarlos. Se sienten incompetentes, por lo que desisten de emprender sus metas
y terminan reducidos como simples empleados aburridos, ansiosos porque la jornada
termina para marcharse hacia sus respectivos hogares lo más pronto posible.
Pero ¡cuán
engañados están!. Su falta de auténtica visión no les permite captar los puntos
estratégicos de sus específicos mapas del éxito.
Para demostrar
que si se puede, que podemos alcanzar grandes metas en nuestra vida mediante la
provocación premeditada y calculadamente de circunstancias en cadena, vamos a
presentar el siguiente caso hipotético de un adolescente de familia pobre que
no dispone ni para comprar un alicate, sin embargo, sueña con ser dueño de una
tienda de repuestos de vehículos.
A este joven lo
identificaremos con el nombre de Pedrito.
Ya sabiendo
Pedrito el puerto hacia dónde quiere llegar (ese puerto es su sueño de ser dueño tienda de repuesto), establece todo un mapa de ruta, con las circunstancias
especificas que debe provocar.
Primera circunstancia
a provocar: estar en condición de ser atractivo para ser escogido para participar en un curso de mecánica automotriz en Infotep).
Para ello se
dirige hacia el dueño de un taller de mecánica, le pide que le permita ir a ayudarle, que no necesariamente tiene que
pagarle, que su objetivo es aprender sobre mecánica.
El maestro de
mecánica acepta, y así Pedrito se integra a hacer lo que le manden.
Al cabo de seis
meses de estar en el taller, Pedrito se dirige a la oficina de Infotep para que
lo incluyan en el próximo curso de mecánica.
Allá se le
informa que el siguiente curso comienza la siguiente semana y recibe la
autorización para participar en el mismo.
Siguiendo su
mapa de éxito, Pedrito sigue avanzando, capacitándose en su curso de mecánica,
para provocar la segunda circunstancia; obtener un diploma para solicitar
trabajo como mecánico en una empresa respetable.
Pedrito se gradúa
y con su titulo de mecánica solicita trabajo. No duró ni un mes para conseguir
su primer empleo (casi 100% de los egresados de Infotep logran pronto su
empleo).
Para lograr eso, Pedrito trabaja arduamente, y mensualmente ahorra lo más que puede. El busca
acumular cierto capital hasta un nivel que le permita solicitar y obtener un
préstamo.
Ya con cierto
ahorro acumulado, Pedrito solicita y obtiene el préstamo, con lo cual compra un
solar.
Sigue
trabajando, paga cuotas mensuales del préstamo de manera religiosa (correcta) y
termina de pagar sus compromisos bancarios.
Así provocó la
circunstancia de estar preparado para hacer el siguiente préstamo.
Esta vez para
construir la estructura física de lo que será su propio tallerde mecánica.
Sigue
trabajando, ahorrando y pagando puntualmente su compromiso bancario.
Termina de pagar
su último préstamo.
De esa manera
provocó la circunstancia de solicitar su próximo préstamo.
Esta vez para
comprar los equipos y herramientas especiales de su propio taller.
Continúa
trabajando, ahorrando y pagando su último préstamo.
Pedrito termina
de pagar sus compromisos.
Adquiere todo lo
necesario para inaugurar su propio taller.
Como en sentido
general las empresas en sus inicios suelen no ser rentables, Pedrito decide
seguir laborando en la empresa que lo contrató, y decide contratar un mecánico
amigo suyo que no estaba trabajando, para que estuviera en el taller en las
horas que él no podía estar.
De esta manera
Pedrito trata de eliminar todo riesgo de fracaso y de desesperación.
Se pone de
acuerdo con su colega mecánico, para que su empleado reciba un prudente
porcentaje de los trabajos que él haga.
El tiempo fue
pasando y el taller obtiene una buena clientela.
Por lo que
Pedrito descubre que le era más rentable dedicarse por completo a trabajar en
su propio taller, por lo que decidió renunciar de su trabajo.
Ahora Pedrito se
esfuerza en su propio taller. Sigue ahorrando, le sigue yendo bien.
Hace otro
préstamo lo termina de pagar. ¿Y para qué? para provocar la circunstancia de
construir la estructura física de lo que será su anhelada tienda de repuestos.
Construye su
propio local de tienda de repuestos.
Hace un
siguiente préstamo y sigue ahorrando para hacer su primera compra de al por
mayor.
Debido a las
buenas relaciones que cultivó con suplidores de repuestos, logró que varios de
ellos le facilitaran por consignación todos los repuestos y piezas que le
faltaban.
Ahora Pedrito se
dispone a hacer todos los preparativos necesarios para inaugurar su propia
tienda de repuestos.
Y de esta manera
aquel joven de 18 años, carente de recursos económicos, se convirtió a los 32
años de edad en un próspero empresario de repuestos de vehículos.
Después de haber
alcanzado su gran sueño, contrajo nupcias con una distinguida joven profesional
de unos 27 años de edad, con la que procreo una hermosa familia.
Concluimos esta
INEDITA destacando que importantes metas pueden y deben ser alcanzadas, si tenemos
la suficiente visión de lo que queremos y podemos lograr, si reconocemos los
pasos que hay que dar, cómo darlos y en los mementos precisos.
Y si estamos
dispuestos al sacrificio que sea necesario asumir.
Y para que sea
un éxito verdadero es imprescindible que lo que nos propongamos alcanzar sea
primero aprobado por Cristo y que su Espíritu Santo sea nuestro guía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario