martes, 4 de marzo de 2014

INEDITA


El que desee alcanzar el éxito y no está dispuesto a sacrificarse, que se olvide eso.

Es una ley de la vida.

Pues el éxito parece ser producto de:

Hambre,

Larga lucha,

Humillación,

Pérdida de sueño,

Y quien sabe, si hasta de burla,

Pero la buena noticia es que:

Con la ayuda de Dios,

El esfuerzo propio decidido y consumado,

La debida preparación,

Y la necesaria perseverancia, el verdadero éxito es totalmente posible de alcanzar.

¡Ojalá que todos lo podamos entender!

Y Manos a la obra!

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