No interrumpa el tratamiento médico:
Termínelo por completo tal
como se lo indicó el galeno.
o
A menos que lo haga con la autorización del mismo.
o
No varíe la dosis ni la frecuencia: puede ser
peligroso.
o
Siga estrictamente las instrucciones del profesional médico
calificado.
o
Con su salud no invente.
o
Piense en estos posibles inconvenientes que pueden
surgir cuando alguien abandona un tratamiento sin la debida autorización
profesional o cuando varia la dosis y/o frecuencia, sin la debida autorización:
o
Los microorganismos que producen enfermedades pueden
volverse resistentes a los medicamentos: tomará el medicamento y es como si no tomara nada, no le hará ningún efecto.
o
Una simple enfermedad puede convertirse en otra
dolencia catastrófica. Por ejemplo: Una anemia puede degenerar en una leucemia
que es un cáncer de la sangre.
o
Una simple rotura de un pie puede dejarlo cojo para
toda la vida.
o
Son muchos los que se quitan el yeso mucho antes de lo
prescrito.
o
Un golpe o trauma por dentro puede volverse un cáncer
o
los no chequeos de la próstata y el útero con la
frecuencia recomendada pueden llevar a que estos órganos se enfermen de cáncer;
un paciente que sufra de la presión y sin la autorización de un cardiólogo
competente abandona o varia el tratamiento se expone a arruinar su vida con un
ataque cardiaco o con un ataque cerebral.
o
También se le pueden dañar los riñones para siempre,
entre otros inconvenientes.
o
La lista de peligros es casi interminable.
Observación:
El engaño puede estar en que
muchas veces el organismo se sana por si solo ¿y cuando no se cura por si solo?
Con su salud no invente: siga
estrictamente el tratamiento.
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