martes, 18 de marzo de 2014

INEDITA


No dejar para mañana lo que se puede hacer hoy.

o  Este es un dicho muy popular.
o  Sin embargo, muchas veces dejamos de tomarlo en cuenta, dando como resultado en algunos casos situaciones de lamento.
o  El descuido a este principio, en ocasiones trae perdidas económicas, como es el caso de los que pagan recargos por pagar fuera de fecha pudiendo haberlo hecho antes.
o  También se pueden perder brillantes oportunidades, tal como les ha sucedido a muchos que habiendo terminado una carrera, después de cierto tiempo, deciden cursar una nueva con la pretensión de que les convaliden muchas materias comunes, pero que al final descubren que ese beneficio se perdió porque llegaron un poco después del cumplimiento del periodo de gracia para ello.
o  A veces no hacemos las cosas en su debido tiempo porque sencillamente carecemos de ese conocimiento, pero en otras ocasiones si estamos consientes de ello, pero nos descuidamos y lo dejamos para último, como si estuviéramos la sabiduría de Dios, quien es el único conocedor del futuro.
o  Dejar las cosas para después es un gran riesgo, ya que se pueden presentar situaciones inesperadas sorpresivas que terminen impidiendo la realización de determinados planes.
o  En el libro “Tus zonas Erróneas” se destaca el consejo de no postergar, porque lo contrario constituye una zona de error que debemos evitar.
o  El vivir postergando (dejarlo para después) es un mal hábito que, además de hacer daño a nuestra salud mental, se constituye en un elemento de riesgo como ya lo hemos explicado.
o  No en vano nos dice el sabio Salomón:

o  “Todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su tiempo, todo tiene su tiempo, todo tiene su hora” (Eclesiastés 3:1). 

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