No dejar para
mañana lo que se puede hacer hoy.
o Este es un dicho muy popular.
o Sin embargo, muchas veces dejamos de tomarlo en
cuenta, dando como resultado en algunos casos situaciones de lamento.
o El descuido a este principio, en ocasiones trae perdidas
económicas, como es el caso de los que pagan recargos por pagar fuera de fecha
pudiendo haberlo hecho antes.
o También se pueden perder brillantes oportunidades, tal
como les ha sucedido a muchos que habiendo terminado una carrera, después de
cierto tiempo, deciden cursar una nueva con la pretensión de que les convaliden
muchas materias comunes, pero que al final descubren que ese beneficio se perdió
porque llegaron un poco después del cumplimiento del periodo de gracia para
ello.
o A veces no hacemos las cosas en su debido tiempo
porque sencillamente carecemos de ese conocimiento, pero en otras ocasiones si
estamos consientes de ello, pero nos descuidamos y lo dejamos para último, como
si estuviéramos la sabiduría de Dios, quien es el único conocedor del futuro.
o Dejar las cosas para después es un gran riesgo, ya que
se pueden presentar situaciones inesperadas sorpresivas que terminen impidiendo
la realización de determinados planes.
o En el libro “Tus zonas Erróneas” se destaca el consejo
de no postergar, porque lo contrario constituye una zona de error que debemos
evitar.
o El vivir postergando (dejarlo para después) es un mal hábito
que, además de hacer daño a nuestra salud mental, se constituye en un elemento
de riesgo como ya lo hemos explicado.
o No en vano nos dice el sabio Salomón:
o “Todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su
tiempo, todo tiene su tiempo, todo tiene su hora” (Eclesiastés 3:1).
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