o No es prudente hacer compromisos en base a expectativas,
aun se fundamenten en firmes acuerdos rubicados por personas reconocidas como
serias e i rreprensibles.
o ¡Cuántos no han hecho compromisos de pagos en base a
un aumento salarial prometido por sus superiores, o a un empleo para el cual
fueron hasta seleccionados, y al final descubren que nada se concretizó, por lo
menos en determinado tiempo u época.
o Y es que son varios los factores que pueden surgir para
que el hombre termine incumpliendo con su palabra.
o En primer lugar, está el elemento llamado integridad,
que es cualidad que poseen aquellos que mantienen su fidelidad
independientemente de las circunstancias que le toque vivir.
o Aquellos que solo tienen una cara; que son lo mismo en
presencia como ausentes.
o Cualidades muy difíciles de encontrar en una persona.
o Otro detalle es que está determinado por una infinidad
de eventos que pueden surgir y que el ser humano por ser finito no puede
controlar.
o Por esta y otras razones podemos concluir que el
hombre es totalmente falible, propenso a errar, a fallar.
o Esta fragilidad del hombre es sintetizada claramente
en el siguiente versículo bíblico:
o “Así dice el Señor: “Maldito el que confía en el hombre,
el que se apoya en la carne, y su corazón se aparta del Señor” (Jeremías 17:5).
o De manera que lo prudente es hacer compromisos en base
a algo concreto, no en base a cosas que solo Dios sabe que sucederán.
o Y aun teniendo todo supuestamente bajo control, que
todo lo que prometamos para el futuro sea hecho de esta manera:
o “Si el Señor quiere, y si vivimos, haremos esto o
aquello” (Santiago 4:15).
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